JAZIEL Escuela Internacional de Danza

miércoles, 9 de mayo de 2012



DOS TIPOS DE SACERDOCIO EL DE ELI Y EL DE SADOC
El libro de Primera de Samuel nos cuenta que un profeta anónimo fue donde Elí con un mensaje que lo confronto. Este hombre desconocido llevó una asombrosa profecía entre que  habla de dos sacerdocios que describen a muchos Ministerios hoy en dia.
El profeta anónimo le dice a Elí: “He aquí, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa.” (1 Samuel 2:31). ¡Él esta describiendo una maldición sobre el ministerio de Elí!
Pero entonces el sigue: “Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días.” (Verso 35).
Primero, el profeta habla acerca del ministerio vigente; un sacerdocio interesado en sus propios intereses, deslizado y comprometido. Él describe a esos sacerdotes que son del espíritu de Elí, mencionando dos cosas:
1. Tales sacerdotes complacen más, a la gente que a Dios.
“…habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas,… y has honrado a tus hijos más que a mi…” (Verso 29).
¡Elí era suave con el pecado! Él nunca hizo una decisión que pudiera ofender a sus dos hijos. Solo una vez los corrigió Elí en más de cincuenta años de ministerio. Ellos estaban cometiendo adulterio, violando mujeres, y cometiendo muchos actos viles. Aun así, todo lo que Elí podía decirles era, “¿Por qué hacen esto?”
¡Este hombre no tenía ninguna indignación de rectitud! Él nunca compartió la ira de Dios y su odio hacia el pecado. Y él representa un sacerdocio de ministros que temen reprender a la familia de Dios, ¡a la congregación, a sus miembros del Ministerio pro miedo que se vayan o se quejen!!!!
Existen Ministros hoy en día a los cuales nunca escucharás de ellos una palabra de reprensión. Él teme ofender a alguien—temen que la ofrenda disminuirá y él perderá sus ingresos.  Que se le vayan los miembros y se quede sin un Ministerio.
Esta es la primera característica del mal ministerio que está desarrollando en el alma de Elí.
2. Ellos sirven a sus propias necesidades y comodidad en vez de entregarse
a las necesidades del rebaño.
Ellos “…engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo…” (verso 29).
Cuando el pueblo llevaba la ofrenda de carne al sacerdote, estaba supuesto a ser echado en la caldera ardiendo para ser hervido. Después, el sacerdote entraba un tenedor de tres ganchos en la caldera, y lo que saliera con el gancho estaba destinado para su mesa.
Pero los dos hijos de Elí no querían la carne hervida y empapada. ¡Ellos querían el filete rojo y crudo! Así que le llevaban los mejores cortes a su padre. No hubo carne empapada en su mesa. Así fue como Elí se puso gordo, vago y descuidado. Si él trataba con sus hijos, ¡podía perder su filete miñón!
Esto pasa en muchos ministerios hoy en día, no ministran la carne empapada, cada integrante hace lo que quiere porque tiene Un Ministro Eli, que se está quedando ciego y no puede ver lo que hacen sus hijos.
El profeta estaba diciendo, “Tu estas absorto en lo tuyo, Elí – ¡acomodando tu propio nido! Para ti, el ministerio no significa nada más que comida en tu mesa y seguridad para ti y tu familia. Realmente, no te importa el rebaño. Estas más interesado en lo que pones en tu mesa que en lo que entra al corazón del pueblo. Aun así ni una vez piensas como tu compromiso y egoísmo llevan reproche al nombre de Dios. Nunca consideras la gente que observa mientras tus hijos se roban la mejor carne. Eres suave con el pecado, temeroso para reprochar — ¡porque estas consumido con cosas que te hacen cómodo!”
Cada llamado ministro que es de la simiente de Elí—comprometido, suave con el pecado, preocupado solo por si mismo—conocerá los juicios:
La pérdida de todo poder y autoridad espiritual.
“…y los que me desprecian serán tenidos en poco. He aquí, vienen días en que cortare tu brazo [fuerza], y el brazo de la casa de tu padre…” (versos 30-31).
¡El ser “tenido en poco” por el Señor significaba la pérdida del favor y la bendición de Dios! Significaba falta de autoridad  en el reino de Satanás. Tal ministro puede ser estimado por los demás — ¡pero a los ojos de Dios él no es nada, uno sobre el cual él no pone su confianza!
Dios dijo, “Tú me desprecias al no predicar mi consejo completo. Tú no eres un hombre de oración. No estás preocupado por mi pueblo, sino que por tú éxito y tú reputación. Tú solo quieres asegurarte que tienes una muchedumbre. Has tenido en poco mi Palabra — ¡y ahora yo te voy a tener en poco! Vete por tu camino—haz tus propias obras. ¡Eres tomado en poco en mis ojos!”
 “Veras tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel”; (verso 32).
Este sacerdocio estará de pies entre las ruinas mientras Dios bendice y unge a otro sacerdocio , ¡hombres de Dios que han pagado el precio! Ahora mismo, en estos últimos días, su unción está cayendo sobre aquellos quienes han entregado sus vidas a él. El Espíritu está tomando a estos hombres de oración y valientes. Pero aquellos de la simiente de Elí están siendo sobrepasados  ¡dejados para que jueguen sus juegos de iglesia!
Dios está diciendo, en esencia, “A pesar de todo lo que hago, ¡no veras el bien! Tú no serás parte de mi santo remanente de los últimos días. Eres tenido en poco ¡y seguirás en tu ministerio sin ninguna autoridad espiritual!”
Recuerda el ejemplo de génesis  y el diluvio como Dios manda a Noé hacer un arca y como Dios cierra la puerta de ella.
Aun así ahora quiero mostrarles otra clase de sacerdocio. Es el otro ministerio que el profeta dijo que Dios iba a levantar: “Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días.” (Verso 35).
¡Este ministerio santo es el sacerdocio de Sadoc! Está compuesto de ministros de Dios que son fieles y santos quienes andan y viven de acuerdo a Su deseo. ¡Y tal sacerdocio permanece hasta este mismo día!
Y David tenía dos sacerdotes que cumplían estos dos sacerdocios proféticos Abiatar y Sadoc. “¿No estarán allí contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar?” (2 Samuel 15:35).
Primero consideremos a Sadoc.
El nombre de Sadoc significa “uno que es probado recto.” “Esto son los que vinieron a David en Siclag…y Sadoc, joven valiente y esforzado, con veintidós de los principales de la casa de su padre.” (1 Crónicas 12:1, 28) ¡Sadoc fue el primer sacerdote joven en reconocer la unción de Dios sobre David!
Hombres estaban corriendo hacia David, saliendo de todas partes para unirse a su ejército. Sadoc reconoció que el Espíritu se había ido de Saúl; su ministerio era todo apariencia y carnalidad, sin llamado y sin uncion. Y Sadoc dijo, “No quiero parte de esa clase de ministerio. Esta muerto—Dios se ha ido de allí. ¡Me voy con David, que tiene la unción del Espíritu!”
Así que Sadoc fue donde David en Siclag ¡para nunca dejarlo el resto de su vida! A través de cada rebelión, Sadoc permaneció con él, un hombre comprobado como recto. David había captado el corazón del sacerdote y Sadoc nunca miró atrás.
Gracias a Dios, que hay hombres de Dios como este en muchos pulpitos hoy. Estos son hombres de oración que están comprometidos con Jesús, habiéndose alejado de toda carnalidad, entretenimiento y mundanalidad. Y tú lo sabes cuando les escucha predicar  ¡porque hace un impacto en tu alma!
¡Considera ahora el Sacerdocio Abiatar!
El nombre de Abiatar significa “en paz con Dios.” Él estuvo con Sadoc mientras llevaban el arca de regreso a Jerusalén.
Ciertamente, hasta este punto, Abiatar parece ser santo, dedicado, fiel y leal a David. Él no participa de la rebeldía de Absalón. Él sigue adelante en su ministerio viéndose tan puro y leal como Sadoc.
Pero, ¿por qué el nunca es mencionado en la Palabra después de esto? ¿Por qué el no es nombrado entre los profetas? ¿Por qué su nombre desaparece? Algo sucede. Repentinamente, Abiatar es “tomado en poco”  y Sadoc se convierte en el ejemplo del remanente del sacerdocio santo. ¿Por qué? ¡Es porque Abiatar tenía el espíritu de Elí dentro de él! Todas esas horribles profecías mencionadas por el profeta anónimo cayeron sobre él. ¡Y todo sucedió rápidamente!
El profeta dijo que no todos serian cortados. El padre de Abiatar y otros ochenta y tres sacerdotes que vestían el efod fueron asesinados por Doeg. ¡Solo Abiatar escapó! Él corrió hacia David—y el ministerio que él representaba sobrevivió, lo cual iba de acuerdo con la profecía.
Sin embargo, como el profeta había dicho, Abiatar la simiente de Elí en la flor de su vida y en la cima de sus bendiciones fue seducido por el llamado del éxito. ¡Él perdió su lugar con los ungidos de Dios!
Veras, David tenía otro hijo, Adonías. Su nombre significa “éxito y prosperidad” Este joven intentó presentar un “movimiento nuevo” en la tierra al nombrarse a sí mismo rey. ¡Sin embargo, esto solo era otra rebelión—no un mover de Dios sino una trampa de Satanás!
Este es el mismo ministerio del cual el profeta advirtió: ¡exaltación propia y éxito! “Adonías,…, y por lo tanto se levantó…” (1 de Reyes 1:5). ¡Era egocentrismo y orgullo! Adonías dijo, “¡Me pondré como rey!”
¡Ese es el ministerio de Abiatar! El se enredó en la obra carnal e impía de Satanás. Y se reunió con los otros en la peña de Satanás, comiendo, bebiendo y clamando, “¡Viva el Rey Adonías!”
Cuando David lo supo, el gritó, “¡Busquen a Natán!” Veras, cuando Dios quiere hacer algo que realmente cuente para sus propósitos, él llama a aquellos que han estado encerrados con él. David es un tipo de Cristo aquí. Y el grito, “Olvídate de Abiatar. ¡Busca a Natán! Tengo en poco a Abiatar. ¡Dile a Natán que busque la trompeta y el aceite, y vaya a ungir a Salomón!”
 “Echaste tú suerte con mi hermano Adonías. Trataste de derribar este reino; y por eso, mereces morir. Pero no te voy a matar. Tu llevaste el arca de Dios con mi padre, David, y fuiste afligido con él. Por estas cosas, no te mataré esta vez. Ahora, vete a Anatot, a tu heredad, a hacer lo tuyo. ¡Eres de poca estima!”
“Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.” (Verso 2:27).
¡Ezequiel entendió la importancia profética de estos dos sacerdocios!
 “Más los sacerdotes de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos de Israel se apartaron de mi, ellos se acercarán para ministrar ante mí, y delante de mi estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor. Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán mis ordenanzas.” (Ezequiel 44:15-16).
Este sacerdocio de Sadoc será valiente contra el pecado—y tendrá el poder de dirigir al pueblo a la rectitud y santidad. “Y enseñaran a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio.” (Verso 23). 

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